Cañón Rojo de Teruel

El Cañón Rojo de Teruel, también conocido como Rambla de Barrachina, pertenece al pequeño pueblo turolense de Villaespesa, a unos 5 km al suroeste de Teruel.
Es un paisaje árido, con una formación rocosa que se ha ido formando a lo largo de los siglos, a base de la erosión del agua y del viento, y que ha dado lugar a paredes verticales y grandes grietas en el suelo.
El color rojo y naranja de su tierra arcillosa le ha valido su nombre de Cañón Rojo, al más puro estilo del Cañón del Colorado. Y es que este lugar te transportará al lejano oeste, evocando imágenes de películas del far west. Y aunque esta zona no ha sido testigo de batallas entre indios y vaqueros, sí fue un punto importante en la Guerra Civil Española, siendo enclave de la Batalla de Teruel (entre el 15-12-37 y el 22-02-38).
Estas fotos están realizadas partiendo de la Rambla de Barrachina, hacia el collado que divide las Muelas y La Musa, y a partir del collado, siguiendo una pista que nos brinda la vista de unas impresionantes paredes verticales sobre el barranco de Valdeciervos.

Clik en las imágenes para verlas en formato completo

Flysch de Zumaia

Geoparkea, el geoparque de la costa gipuzkoana, nos permite conocer la historia de la tierra mediante el tramo de costa que comprenden las localidades de Mutriku, Deba y Zumaia. Y es que, aunque en el interior de estas localidades también encontramos espacios geológicos de gran importancia, la belleza de los increíbles acantilados y el flysch, nos ciegan frente al resto de rincones de Geoparkea.
El nombre flysch fue introducido en la literatura geológica por el geólogo suizo Bernhard Studer en 1827 para hecer referencia a las formaciones de capas rocosas de origen sedimentario que se encontró en los Alpes.
Los Flyschs son formaciones geológicas compuestas por capas que alternan materias duras (calizas, pizarras o areniscas) y blandas (margas y lutitas) que se han ido sedimentando y acumulando sobre el fondo del mar por corrientes de turbidez más o menos periódicas.
Las capas de flysch de la región del Geoparque de la Costa Vasca se formaron por la sedimentación de pequeñas conchas de organismos marinos en el fondo de un mar profundo que dividía la placa Ibérica y la Euroasiática. Cuando las dos placas chocaron por acción de las fuerzas tectónicas, se fueron levantando poco a poco todos los estratos sedimentarios y se formaron los Pirineos y la Costa Vasca, este proceso de plegamiento terminó hace 20 M.a.
En la línea de costa, el paso de los años y la erosión ha ido desgastando las capas blandas con mayor facilidad que las duras, haciendo que estas queden en resalte, sin apoyo, y más expuestas: un verdadero libro abierto para la comunidad científica.
Las rocas del Flysch cuentan historias fascinantes de más de 60 millones de años de nuestro planeta: historias sobre micro y macrofósiles, sobre crisis biológicas y cambios ambientales, sobre señales geoquímicas, sobre la duración de cada periodo.
Por su accesibilidad y por su tamaño, este lugar lleva siendo un importante punto de referencia geológica desde hace ya más de 50 años, y hoy día es uno de los más importantes afloramientos geológicos del planeta, reconocido por la UNESCO.

Clik en las imágenes para verlas en formato completo